
Esta curiosa forma de seguridad nació en Suiza cuando un empresario comenzó a poner en alquiler toda una flota de coches pintados como si fueran de la policía, la idea se acogió bastante bien, y ahora son muchas las personas que la ponen en práctica.
En cuanto a temas de seguridad siempre es mejor prevenir, y esto es lo que hace este sistema, cuesta unos 270 dólares a la semana, y como conducir estos coches está prohibido la empresa los lleva en camión a donde tú quieras aparcarlo.