Los apicultores del valle de Liébana (Cantabria) han sido escogidos para poner en práctica un novedoso proyecto creado para restaurar el ecosistema de los montes situados entre los 1500 y los 2000 metros. Se trata de los “fapimóviles”, remolques con estantes en los que caben unas 20 colmenas. Alrededor de ellos se coloca un cable eléctrico alimentado con la energía captada por una placa fotovoltaica.
Su propósito es ahuyentar a los osos de la miel. Curiosamente, además de potenciar la producción del sabroso alimento, la función d estas colmenas portátiles es contribuir a restaurar el ecosistema de dichas zonas con la polinización de las arandaneras, de las que se alimentan los osos y los urogallos.